sábado, 31 de diciembre de 2011

The end.

Jamás quise escribir sobre mi año pasado, pero esta vez lo vi totalmente necesario.

Este año, fue un año lleno de experiencias y de aprendizajes.
Este segundo semestre aprendí a cerrar etapas, dejé pasar cosas y personas que estaban atoradas y que no encajaban conmigo, en mi vida. Logré abrir los ojos, mi mente y mi corazón para hacerme bien a mi misma, con tal de no seguir amarrada en lo mismo.
Conocí gente, mucha gente... Sólo algunas valían la pena y me enorgullece tener a esas personas a mi lado y espero que lo sigan haciendo.
Viví tantas, tantas cosas... Buenas y malas, dulces y amargas.
Deseché las cosas malas que habían en mi vida, personas y todo lo demás. Me di cuenta quien realmente valía la pena. Amistades de 5 años se fueron a la basura, por mera falsedad y no me arrepiento... No me arrepiento para nada, porque sé, que di todo de mí y traté de ser siempre la mejor, a comparación de ellos.
Lloré, reí, salté, grité, me enamoré y jamás... jamás y en ningún momento fingí nada.
Me arriesgué, y salté sin miedo y gracias a eso, hoy en día soy la mujer más feliz del mundo!
Aprendí, el valor de la aburrida y manoseada frase "el que no se arriesga no gana" .
Aprendí a valorar más los detalles de la vida, las cosas simples y hermosas. Aprendí a darle un significado especial a cada rinconcito, A ser más simple y relajada, A tomarme las cosas con humor en vez de amargura, y a no tenerle miedo a ciertas situaciones.

Me arrepiento?
No me arrepiento de absolutamente nada... Porque, ahora pensándolo MUY BIEN, quizás me haya arrepentido tanto de haber perdido el tiempo. Pero gracias a eso, viví todo lo que viví, y gracias a eso, estoy donde estoy y con un poco más de experiencia en la vida.

martes, 20 de diciembre de 2011

Quizás, sólo quizás.

Quizás por eso, jamás fui tan comprometida para mis cosas.
Quizás por eso, fuí tan sensible siempre.
Quizás por eso, sentía todo un poco más que los demás.
Quizás por eso, nunca tuve metas y motivaciones tan grandes.
Quizás por eso, nunca he sabido hacer durar las cosas.
Quizás por eso, me incomodaba y me complicaba hacer promesas a futuro..
Quizás porque sabía -y que en mi escencia se leía- que no viviría para complir
cada palabra que de mi boca saldría.

Quizás todo estaba más que escrito y grabado...